domingo, 23 de agosto de 2009

REPORTAJE A MARÍA LAURA MARTÍNEZ






El Diario El Cordillerano, le realizó a nuestra alumna María Laura un excelente reportaje que transcribimos a continuación. El mismo lo pueden ver en la versión digital, en:




Una gran fotógrafa local llevó su arte a la Capital. Se trata de Laura Martínez quien desarrolla fotografía etenopeica y estuvo en la galería Pabellón 4 Arte Contemporáneo ubicada en Uriarte 1332, Palermo viejo, Buenos Aires. Por Raúl Larregina
La artista nació en San Carlos de Bariloche y como muchos a los 17 años decidió ir a estudiar a la ciudad de Buenos Aires. Su interés por la fotografía comienza al tiempo de comenzar a trabajar como auxiliar de abordo. Siempre estuvo vinculada con el arte en general. Estudio dibujo y pintura, comenzó la carrera de diseño grafico y otros talleres de recreación en general, los cuales nunca terminó.
Este nuevo trabajo le permitió escapar un poco del ruido, al cual todavía no estaba acostumbrada, primero volando cabotaje, luego internacional, disfrutando del conocer distintos lugares y recorriendo diferentes paisajes, venia de motivaciones visuales que despertaban su apetito artístico.
Compró una pequeña cámara digital y comienza a congelar momentos, imágenes sensaciones. Como no tenia el tiempo físico como para terminar una pintura. Encuentro en la fotografía ese espacio, para poder expresarse artísticamente, sin dejar de lado las responsabilidades de la vida.
Ahí es donde comenzó la carrera de fotografía en la ENFO ( Escuela Nacional de Fotografia) con el Director y maestro Jorge Mónaco del 2004 al 2007, Con él descubre la técnica, o mejor dicho el arte de la Estenopeica. Se considera estenopeica toda fotografía realizada con cámaras en las que el lente es reemplazado por un orificio (estenopo) que actúa como dispositivo óptico para formar las imágenes registradas. Tan simple como volver a las fuentes, siguiendo el mismo recurso que utilizaban los antiguos fotógrafos.
Construyo mi caja de cartón en forma de casita, pero con película de 120 mm. Es una trampa de luz, también famosa como “la cámara oscura”. Y si las imágenes quedan atrapadas ahí adentro, como una “caja mágica”. La estenopeica, tiene vida propia, mas hallá de que ella haya construido la cámara, montó la escena, eligió el momento, el lugar y el personaje, la luz, construyó la situación, etc, no tiene control de lo que pasa.
Al no existir un visor, ni un lente, no existen cálculos de exposición, todo es estimativo, la experiencia se basa en prueba y error, donde el azar juega un papel preponderante. Se puede imaginar una escena y construirla, pero nunca realmente saber como va a quedar hasta verla revelada, como en la vida. El estenopo en su cámara, simula un súper gran angular, donde la profundidad de campo es infinita, y al no poseer una lente, todo queda con un mismo foco. Esto le permite jugar con las dimensiones de las cosas, confundiendo al espectador de lo que es realidad o ficción.
Desde todos sus viajes como auxiliar coleccionó junto a su pareja, distintos tipos de muñecos, no como los de los niños, sino figuras del manga, vinil toys y otros muñecos de diseño y colección. A modo de ejercicio comenzó a utilizar sus muñecos como modelos, experimentando con su cámara y desde ahí se transformaron en protagonistas de sus viajes, paisajes y sensaciones. Sus imágenes son bucólicas, perfectos escenarios, en utópicas o ideales situaciones, protagonizados por muñecos, donde se denota que lo que vemos no es real, pero podría serlo.

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